Después de tantas idas y vueltas, da la sensación que el estadio de Rosario Central será el escenario para el choque más importante de las Eliminatorias Sudamericanas, cuando la Argentina reciba a Brasil, reciente campeón de la Copa de las Confederaciones.
Igualmente, todavía restan dos pasos aprobatorios para que el Gigante de Arroyito albergue un encuentro de tanta trascendencia: que la FIFA autorice las obras a realizar y que el Comité Ejecutivo de la AFA se expida favorablemente.
Horacio Usandizaga, presidente de Rosario Central, se mostró optimista frente a la posibilidad que su institución reciba un partido de ésta magnitud: “El tema no se trató todavía en comité ejecutivo, pero sí tuvo receptividad en la reciente reunión que la FIFA mantuvo en Johannesburgo. En los próximos días recibiremos la primera inspección de la FIFA y allí nos dirán las obras que debemos realizar. Sería un orgullo para Central y sobre todo para los rosarinos que la Selección pueda jugar en la ciudad".
Se sabe que, desde hace seis Eliminatorias, el estadio Monumental tiene la exclusividad para los encuentros oficiales de la Selección argentina. Sin embargo, tras la disconformidad de algunos referentes del plantel y fundamentalmente la insistencia del director técnico Diego Maradona -quien había manifestado que la cancha de River “era un potrero” (en referencia al estado del campo de juego)-, hicieron que Julio Grondona, presidente de la AFA, le parezca una buena opción la posibilidad de tener una “sede alternativa” para que Messi, Tévez y compañía representen a la Argentina.
En caso de que el encuentro se dispute en Rosario, sería la primera vez que, en un choque por las Eliminatorias, la Selección salga de la Capital Federal. Para ello, todavía restan algunas obras para realizar. Como por ejemplo, la zona de los vestuarios, el sector de prensa y el área destinada al protocolo. Todos estos fondos serán cubiertos por la Asociación del Fútbol Argentino.
Poco le importa a Julio Grondona el dinero que resignaría la AFA si el encuentro se disputa en la cancha de Rosario Central y no en la de River: “Los tres o cuatro puntos que necesitamos para clasificar al Mundial valen más que toda la plata del mundo”.
Se sabe que la Argentina precisa y mucho de estos tres puntos. No sólo porque se enfrenta al “clásico”, sino porque no cuenta con mucho margen de error, ya que hoy se encuentra cuarto en la tabla de posiciones y con sólo dos puntos de ventaja a Ecuador, que se clasificaría al repechaje.
Aún restan dos pasos para que se concrete esta sorprendente idea de llevar a la Selección Argentina al estadio de Rosario Central. Hace un tiempo, nadie lo hubiese imaginado. Pero si la FIFA y el Comité Ejecutivo aprueban la sede, el Gigante de Arroyito será otra vez escenario de la Argentina, como en aquel recordado partido en el que el equipo dirigido por César Luis Menotti vapuleó por 6 a 0 a Perú y así pasó a la final del Mundial ’78, que luego lo terminó ganando.
No sé si los argentinos creen que su Selección ganará por tanta diferencia, pero aspiran a que el triunfo quede en casa, sea en la cancha de Central, como parece, o en el Monumental.
Igualmente, todavía restan dos pasos aprobatorios para que el Gigante de Arroyito albergue un encuentro de tanta trascendencia: que la FIFA autorice las obras a realizar y que el Comité Ejecutivo de la AFA se expida favorablemente.Horacio Usandizaga, presidente de Rosario Central, se mostró optimista frente a la posibilidad que su institución reciba un partido de ésta magnitud: “El tema no se trató todavía en comité ejecutivo, pero sí tuvo receptividad en la reciente reunión que la FIFA mantuvo en Johannesburgo. En los próximos días recibiremos la primera inspección de la FIFA y allí nos dirán las obras que debemos realizar. Sería un orgullo para Central y sobre todo para los rosarinos que la Selección pueda jugar en la ciudad".
Se sabe que, desde hace seis Eliminatorias, el estadio Monumental tiene la exclusividad para los encuentros oficiales de la Selección argentina. Sin embargo, tras la disconformidad de algunos referentes del plantel y fundamentalmente la insistencia del director técnico Diego Maradona -quien había manifestado que la cancha de River “era un potrero” (en referencia al estado del campo de juego)-, hicieron que Julio Grondona, presidente de la AFA, le parezca una buena opción la posibilidad de tener una “sede alternativa” para que Messi, Tévez y compañía representen a la Argentina.
En caso de que el encuentro se dispute en Rosario, sería la primera vez que, en un choque por las Eliminatorias, la Selección salga de la Capital Federal. Para ello, todavía restan algunas obras para realizar. Como por ejemplo, la zona de los vestuarios, el sector de prensa y el área destinada al protocolo. Todos estos fondos serán cubiertos por la Asociación del Fútbol Argentino.
Poco le importa a Julio Grondona el dinero que resignaría la AFA si el encuentro se disputa en la cancha de Rosario Central y no en la de River: “Los tres o cuatro puntos que necesitamos para clasificar al Mundial valen más que toda la plata del mundo”.
Se sabe que la Argentina precisa y mucho de estos tres puntos. No sólo porque se enfrenta al “clásico”, sino porque no cuenta con mucho margen de error, ya que hoy se encuentra cuarto en la tabla de posiciones y con sólo dos puntos de ventaja a Ecuador, que se clasificaría al repechaje.
Aún restan dos pasos para que se concrete esta sorprendente idea de llevar a la Selección Argentina al estadio de Rosario Central. Hace un tiempo, nadie lo hubiese imaginado. Pero si la FIFA y el Comité Ejecutivo aprueban la sede, el Gigante de Arroyito será otra vez escenario de la Argentina, como en aquel recordado partido en el que el equipo dirigido por César Luis Menotti vapuleó por 6 a 0 a Perú y así pasó a la final del Mundial ’78, que luego lo terminó ganando.
No sé si los argentinos creen que su Selección ganará por tanta diferencia, pero aspiran a que el triunfo quede en casa, sea en la cancha de Central, como parece, o en el Monumental.
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