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La próxima edición de la Copa Mundial de Fútbol podría caracterizarse por no contar con la participación de los futbolistas más destacados del planeta. Sin embargo, en Corea del Sur, sostienen que Jung-Hwan Ahn será la figura del certamen.
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Difícilmente el mundo futbolero recuerde a este volante del Busan I'Park de su país por sus méritos dentro de la cancha. Tampoco, por ser considerado por sus fanáticos uno de los diez mejores futbolistas de la actualidad.
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Su pico máximo de popularidad se dio cuando luego de convertirle un gol a la seleccion azurra y eliminarlo del Mundial de Corea y Japón, el presidente del Perugia de Italia lo expulsó del plantel y le aconsejó a sus pares no contratarlo "por haber manchado el honor del país que lo cobijó como a un nacional".
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Siete años más tarde, Jung-Whan Ahn, el simpático surcoreanito que le amargó la fiesta a los tanos, es una de las máximas apuestas de su equipo para cumplir un buen papel en la próxima Copa del Mundo que se celebrará en Sudáfrica a partir del 11 de junio.
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Con sus 33 años a cuestas, los medios de su país coinciden en que será “Ahn” -conocido así por el seudónimo de su camiseta la noche del gol histórico- quien lleve a los coreanos a lo más alto del deporte mundial.
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"El fútbol se rendirá a sus pies y agradecerá por su esfuerzo y habilidad en los estadios de Sudáfrica", publicó la revista coreana "The Korea Travel Times" en su edición de Junio.
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Es que el actual volante del Busan no sólo es considerado el mejor jugador surcoreano de todos los tiempos por su destreza y habilidad, sino también por su carácter y voluntad para superar situaciones adversas.
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Luego del gol a Italia, las puertas del fútbol europeo parecieron cerrárseles para siempre, por lo que debió regresar a Asia para sumarse al Shimizu S-Pulse de la liga japonesa. Allí marcó 14 goles que le sirvieron de trampolín para fichar en el Yokohama Marinos.
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Recién en 2005, tres años después de su participación en el Mundial, Jung-Whan Ahn pudo volver al viejo continente para calzarse la camiseta del Metz de Francia. Más tarde, el Blackburn y el MSV de Alemania le dieron una nueva oportunidad, aunque jamás pudo volver a Italia.
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Hoy, a menos de un año del Mundial, “Ahn” es la máxima esperanza de su país para alzar la Copa de la FIFA 2010, y el mismo jugador, lejos de achicarse, reconoce que se siente en el mejor momento de su carrera y "con ganas demostrarle a quienes no confiaron en mí que mi país puede alzar el trofeo con mi conducción". ¿Tiembla Lio Messi?
La próxima edición de la Copa Mundial de Fútbol podría caracterizarse por no contar con la participación de los futbolistas más destacados del planeta. Sin embargo, en Corea del Sur, sostienen que Jung-Hwan Ahn será la figura del certamen.
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Difícilmente el mundo futbolero recuerde a este volante del Busan I'Park de su país por sus méritos dentro de la cancha. Tampoco, por ser considerado por sus fanáticos uno de los diez mejores futbolistas de la actualidad.
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Su pico máximo de popularidad se dio cuando luego de convertirle un gol a la seleccion azurra y eliminarlo del Mundial de Corea y Japón, el presidente del Perugia de Italia lo expulsó del plantel y le aconsejó a sus pares no contratarlo "por haber manchado el honor del país que lo cobijó como a un nacional"..
Siete años más tarde, Jung-Whan Ahn, el simpático surcoreanito que le amargó la fiesta a los tanos, es una de las máximas apuestas de su equipo para cumplir un buen papel en la próxima Copa del Mundo que se celebrará en Sudáfrica a partir del 11 de junio.
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Con sus 33 años a cuestas, los medios de su país coinciden en que será “Ahn” -conocido así por el seudónimo de su camiseta la noche del gol histórico- quien lleve a los coreanos a lo más alto del deporte mundial.
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"El fútbol se rendirá a sus pies y agradecerá por su esfuerzo y habilidad en los estadios de Sudáfrica", publicó la revista coreana "The Korea Travel Times" en su edición de Junio.
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Es que el actual volante del Busan no sólo es considerado el mejor jugador surcoreano de todos los tiempos por su destreza y habilidad, sino también por su carácter y voluntad para superar situaciones adversas.
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Luego del gol a Italia, las puertas del fútbol europeo parecieron cerrárseles para siempre, por lo que debió regresar a Asia para sumarse al Shimizu S-Pulse de la liga japonesa. Allí marcó 14 goles que le sirvieron de trampolín para fichar en el Yokohama Marinos.
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Recién en 2005, tres años después de su participación en el Mundial, Jung-Whan Ahn pudo volver al viejo continente para calzarse la camiseta del Metz de Francia. Más tarde, el Blackburn y el MSV de Alemania le dieron una nueva oportunidad, aunque jamás pudo volver a Italia.
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Hoy, a menos de un año del Mundial, “Ahn” es la máxima esperanza de su país para alzar la Copa de la FIFA 2010, y el mismo jugador, lejos de achicarse, reconoce que se siente en el mejor momento de su carrera y "con ganas demostrarle a quienes no confiaron en mí que mi país puede alzar el trofeo con mi conducción". ¿Tiembla Lio Messi?
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