lunes, 29 de junio de 2009

En su camino al Mundial, Brasil encontró un título

Por Nicolás De Marco

De buenas a primeras se despertó, se levantó y se coronó. Brasil remontó un 0-2 en contra y dejó a Estados Unidos sin hazaña, sin la Copa de las Confederaciones.

En la noche de Johannesburgo, el equipo de Dunga no jugaba bien, como en muchos pasajes de esta competencia, pero un demoledor segundo tiempo le bastó para derrotar a los norteamericanos y alcanzar este trofeo por tercera vez, que sirve como preparación al Mundial, su único objetivo.

Estados Unidos no supo mantener la importante ventaja que había sacado en el primer tiempo, cuando por tantos de Dempsey y Donovan dejaba perplejo al ambiente futbolístico, que por momentos comenzó a creer que aquella victoria ante España por las semifinales no había sido casualidad.


De todas formas, el resultado tenía más que ver con lo poco que producía el pentacampeón del mundo, que con lo que desplegaba en el campo de juego el conjunto hasta entonces vencedor.

Los sudamericanos manejaban la pelota, pero sin generar jugadas de riesgo para el arco de Howard, elegido posteriormente mejor arquero del campeonato. Y eso lo pagaba caro, con la derrota.

Sin embargo, da la sensación de que cuando Brasil quiere, hace goles; que cuando tiene ganas, triunfa. Y así fue nomás. Charla del entrenador de por medio quizás, a los 40 segundos del complemento Luis Fabiano ya ponía el 1-2, lo que produjo un retroceso en el terreno por parte de Estados Unidos.

Los de amarillo comenzaron a parecerse un poco más a lo que su historia indica. Kaká intentaba justificar los 65 millones de euros que pagó el Real Madrid por su ficha. Y Estados Unidos se asustó.

Ese susto se convirtió en gol en contra, cuando a los dirigidos por Bob Bradley estaban a 15 minutos de la gloria. Llegó el doblete de Luis Fabiano, que conectó de cabeza un rebote en el área, tras una jugada por izquierda precisamente de Kaká.

El golpe de gracia lo dio el defensor del Bayern Munich Lucio, quien con un frentazo impecable dio inicio al festejo loco, a la batucada.

Así, Brasil conquistó por tercera vez la Copa de las Confederaciones, tras vencer en la final de 1997 a Australia por 6-0, y de 2005 a Argentina por 4-1. Curioso es que en ninguno de los mundiales inmediatamente posteriores pudo consagrarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario