Brasil no es España. No hubo sorpresas en la segunda semifinal de la Copa Confederaciones, porque la Selección comandada por Dunga derrotó por 1 a 0 a la Selección de Sudáfrica, anfitrión del torneo.
A tres minutos del final, Dani Alves, el lateral derecho del Barcelona, salvó a la verdeamarela al anotar el único tanto del encuentro luego de un tremendo tiro libre que se coló en el palo que ocupaba el arquero.
Si bien Brasil controló el juego, el encuentro fue muy equilibrado gracias al planteo armado por Joel Santana, director técnico brasilero que dirige a Sudáfrica.Porque los africanos se agruparon bien en el fondo y, aprovechando su notable estado físico, salían rápido de contraataque para aprovechar alguna situación que genere peligro en el área de Julio César.
Sobre todo en la primera parte, los brasileros dependieron casi exclusivamente de lo que podía producir Kaka, flamante incorporación del Real Madrid.
El complemento fue parecido. Un Brasil impreciso que no podía romper con el duro sistema de los locales. Sin embargo, cuando todo hacía prever que la semifinal se extendería al alargue, Dunga realizó un cambio que modificó el partido: a los 39 minutos del segundo tiempo ingresó Dani Alves por André Santos.
Sólo tres minutos tardó el defensor del Barcelona para sacar un terrible derechazo que besó el poste y tocó la red.
De esta manera, Brasil se clasificó a la final del certamen –otra más para el Scratch, la quinta en los últimos seis torneos en los que participó- y es el candidato a quedarse con el título. La historia de siempre.
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