Los futbolistas convocados para representar a Bolivia en últimos dos partidos de eliminatorias decidieron levantar la huelga que mantenían desde el 15 de septiembre tras limar asperezas con la Federación Boliviana de fútbol (FBF).Tras haber quedado sin posibilidades numéricas de participar del próximo mundial de fútbol, el conjunto del altiplano tan sólo consiguió 12 puntos en 16 partidos, los 22 jugadores citados para los enfrentamientos contra Brasil y Perú habían decidido desentenderse del llamado de Erwin Sánchez hasta no ver modificaciones que sostenían importantes.
"El fútbol boliviano está en una profunda crisis y necesita un cambio de rumbo”, declaraba el abogado de la asociación de futbolistas locales, David Paniagua, días atrás y aclaraba que “de no realizarse todos los acuerdos no se presentarían a la selección".A raíz de esta huelga los futbolistas pasaron a tener voz y voto en las decisiones de la máxima dirigencia de fútbol boliviana, suceso sin precedentes en este país.
El presupuesto del Tribunal de Resolución y Disputas (TRD) era otro de los puntos fuertes en este conflicto. Los cinco miembros de este organismo, dedicado a atender las cuestiones legales de los futbolistas, no cobraban sus sueldos desde enero.
Por otro lado la FBF, con Carlos Chávez Landívar a la cabeza, se encargó de acallar a ciertos sectores de la prensa que exigió multas de hasta 5000 dólares a quien renegaba de la convocatoria y además citó al plantel titular y no uno compuesto por jugadores juveniles como reclamó el gobierno.
Solucionado el tema, la selección boliviana deberá pensar únicamente pensar en los dos próximos compromisos de esta opaca eliminatoria. El domingo 11 recibirá al ya clasificado Brasil y tres días después visitará Lima para disputar su último encuentro frente a Perú. Los dirigidos por Erwin 'Platiní' Sánchez tienen serias chances de finalizar en la última posición de Sudamérica.
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